Siendo la puerta de entrada de la flota alemana de coches para Ferrocarriles del Estado, fundamentales en su desarrollo, arribaron alrededor de 1929 una gran partida de coches de Primera clase, los cuales operaron por toda la red sur de Ferrocarriles del Estado, abarcando desde Quintero hasta Puerto Montt.
Tienen espacio para 76 personas en sus asientos de cuerina cubierta de pana, con respaldos orientables según el sentido de marcha (excepto los asientos 1 al 4 y 73 al 76) y ventanas con posibilidad de apertura mediante desplazamiento vertical, enmarcado con su interior de madera y lámparas tipo apliqué de tulipa.
Circularon con todo tipo de trenes, incluyendo los de más alta categoría a lo largo de su vida útil. Actualmente, una flota de cuatro de estos coches se mantiene en operación, tres de los cuales lo hacen en el Tren del Recuerdo.
Los coches Comedor siempre fueron parte importante del ferrocarril, al dar servicio de alimentación, desayuno, almuerzo, once y cena a los pasajeros que viajaban a lo largo de todo el tren, especialmente en los recorridos más largos. Estaban dotados de cocina, lo que permitía preparar en el momento los alimentos, asegurando tener un plato con productos frescos y recién cocinados.
Este coche, de alrededor de 1929, está dotado de un interior enchapado en madera y tiene 12 mesas para acomodar a 4 personas cada una, cómodamente sentadas, y con ventanas que se pueden abrir, lo que permite generar un espacio para conversar y disfrutar el viaje, además de poder pasar el rato con juegos de mesa u otras actividades.
El coche Video-Bar fue fabricado en Chile en 1964, siendo el único coche del tren que es de fabricación nacional. Fue construido como un coche de Primera Clase, con filas de cuatro asientos separadas de a pares por un pasillo. En la década de 1980, cinco de estos coches fueron transformados en Video-Bar para los trenes al sur. Hoy queda solo uno.
Está dividido en dos ambientes. El primero de ellos cuenta con 6 mesas para acomodar a 4 personas cada una, además de una barra en que se pueden adquirir diversas bebidas, tragos y café, mientras que el segundo corresponde a una sala, configurada como un pequeño cine para la proyección de videos durante el viaje.
En la década de 1950, Ferrocarriles del Estado encarga a Alemania una serie de coches para modernizar las prestaciones de los trenes de largo recorrido, de donde nacieron junto con nuevos coches comedores y la segunda generación de coches Primera clase, los coches clase Salón.
En su momento, constituyeron una significativa mejora en las prestaciones hacia el pasajero, siendo coches a la vanguardia tecnológica de la época, incorporando sistema de climatización mediante aire acondicionado y calefacción eléctrica, complemento perfecto de cómodos asientos reclinables, ventanas panorámicas y un amplio espacio interior, que permite al pasajero disfrutar viajes de largo y corto recorrido, tanto diurnos como nocturnos.
En total se fabricaron 6 unidades, quedando hoy solamente en operación dos de ellas, las que pertenecen a la flota del Tren del Recuerdo.